ABORDAR EL DISEÑO DESDE LA BIOLOGÍA Y LA BIOLOGÍA DESDE EL DISEÑO
Recuerdo que desde que era niño me interesé por las cosas pequeñas, encontraba fascinación en los insectos y artrópodos preguntándome el por qué de sus extrañas formas. ¿Para qué sirven? ¿Por qué esos colores? ¿De qué sirve tener tantas patas? ¿Es necesario que una araña tenga tantos ojos?
Conforme fui creciendo, mi interés por lo visual creció conmigo; me fascinaba todo lo que cautivara mis ojos; quería encontrar respuestas, explorar estilos, crear formas y manipular la materia para transformarla en geometrías que tenía en mi cabeza. Fue entonces cuando decidí estudiar diseño, pero nunca dejé de lado mi fascinación por los animales y esos pequeños universos que solo pueden apreciarse con lupas, microscopios o bajo el lente de una cámara.
Uno no puede dejar de asombrarse cuando contempla los misterios de la eternidad, de la vida, de la maravillosa estructura de la realidad. Es suficiente tratar de comprender un poquito de este misterio cada día; nunca perder esa sagrada curiosidad”.
Einstein
Un día, estando en la universidad, me disponía a formular mi trabajo de grado para alcanzar mi título como diseñador industrial, mi director me hizo la pregunta que cambiarían mi vida para siempre ¿Qué es lo que te gustaría hacer por el resto de tu vida?… Fue algo que no pude responder inmediatamente; tuve que meditarlo por varios días y la respuesta la encontré escarbando en mi pasado, en mi infancia. Me pregunté a mí mismo qué era lo que más me emocionaba ¿Qué podría hacer el resto de mi vida aunque no me pagaran?… Y la respuesta fue fácil. ¡Descubrir formas desconocidas! en los animales, en la naturaleza, en los insectos, en todo lo que me rodeaba. El mundo está lleno de maravillas grandes y pequeñas, extrañas, cautivadoras, violentas, impactantes, surreales, simples y complejas; y yo quería aprender de ellas.
El diseño claramente era el medio para encontrar esas formas y aplicarlas a objetos y estructuras; y fue en la joyería que encontré la manera de plasmar todos esos descubrimientos asombrosos que me han emocionado durante todos estos años.
Ver como científico no es tan fácil
Ver la biología con ojos de diseñador y abordarla desde el lenguaje propio del diseño, es una tarea relativamente fácil para alguien que ha dedicado tantos años al estudio de la forma; pero abordar el diseño desde el punto de vista de la biología es otra cosa, es otro mundo del cual conocía muy poco, pero fue precisamente ese reto que me llevó a descubrir cosas que no había visto ni imaginado nunca. Trasladar el lenguaje científico de un biólogo al campo del diseño es un salto que lleva a encontrar asociaciones y respuestas. Respuestas a preguntas que había tenido desde hace mucho tiempo.
Cuando empecé a formular mi trabajo de grado, me obsesioné con un grupo de insectos muy peculiar de los cuales poco se conoce. Los salta-hojas de la familia Membracidae del orden Hemyptera fueron mi objeto de estudio durante esos meses. En ellos descubrí volúmenes y geometrías únicas en la naturaleza. Esos pequeños animalitos casi invisibles al ojo humano son maestros de la forma y el camuflaje, unos genios de la evolución. Con ellos me propuse a reinterpretar su extravagante apariencia y así intentar aplicar su morfología al diseño en algo que llaman bioinspiración.
Aquí no se trata de imitar a la naturaleza, sino de analizar, reinterpretar y aplicar la forma a múltiples formatos del arte y el diseño; dejar un poco la literalidad de lado para abstraer la esencia y darle un toque de impacto a la morfología de las especies que nos rodean, sobre todo viviendo en un país tan megadiverso como lo es Colombia.